La mayoría de las mujeres saben que al llegar al climaterio o menopausia deben vigilar sus huesos, porque menopausia y osteoporosis suelen ir de la mano.
Pero ¿qué es la osteoporosis?
Nuestros huesos, al igual que nuestra piel, es un tejido que está continuamente en proceso de renovación o recambio, mientras que unas células (osteoclastos) se dedican a eliminar el tejido dañado, otras (osteoblastos) tienen como función reconstruir las zonas eliminadas.
En todo este proceso de reparación y reconstrucción de los huesos, los estrógenos (hormona sexual femenina) tienen un papel fundamental, pues es uno de los reguladores más importantes del ritmo con el que se lleva a cabo esta función reparadora de los huesos. Así, cuando disminuye la cantidad de estrógenos -normalmente cuando llega la menopausia en la mujer- la función reparadora de las células de los huesos se ralentiza, con lo que puede aparecer un deterioro de la calidad de los huesos y una pérdida progresiva de masa ósea, es decir, osteopososis.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoporosis?
La osteoporosis suele recibir el nombre de la “enfermedad silenciosa” pues suele cursar sin síntomas apreciables o dolor. De hecho, la mayoría de pacientes no sabe que la padece hasta que sufre una fractura sin que haya habido un traumatismo detrás que la pueda explicar. A veces, un simple traspié, un estornudo, un mal gesto… son suficientes para provocar el hueso se rompa en las personas que sufren osteoporosis
Factores de riesgo para sufrir osteoporosis
La menopausia, como comentábamos, puede acelerar o empeorar la osteoporosis, pero existen otros factores de riesgo, algunos relacionados con nuestros hábitos de vida que pueden evitarse:
- Fumar de manera habitual
- Tener una vida sedentaria y realizar poco ejercicio físico
- Haber tenido hábitos poco saludables siendo jóvenes
- Ser consumidora habitual de bebidas acohólicas
- Tomar en exceso bebidas que contengan cafeína
- Consumir corticoides o medicación asociada a la pérdida de masa ósea.
Otras causas, en cambio, no son prevenibles como:
- Tener antecedentes de osteoporosis en la familia
- Sufrir una menopausia precoz, antes de los 45 años
- Ser delgada con unos huesos pequeños
- Ser caucásica o asiática.
¿Cómo combatir la pérdida de masa ósea?
Controlar nuestra alimentación, hacer ejercicio de manera habitual son factores esenciales para prevenir la osteoporosis. Pero no podemos empezar a los 50. Las mujeres jóvenes deben luchar contra esta enfermedad antes de que aparezca con hábitos de vida saludables que les permita llegar a la menopausia con un índice de masa ósea elevado.
Una vez nos ha sido diagnosticada, es importante continuar con el ejercicio físico, especialmente para fortalecer la musculatura; llevar una dieta equilibrada con alimentos ricos en calcio (como productos lácteos, verdura de hoja verde oscura, pescado azul como sardinas en lata, frutos secos, etc.); dejar de fumar si aún no lo has hecho y reducir al máximo el consumo de alcohol; tomar suplementos de calcio y vitamina D si así lo considera tu médico; y tomar la medicación que te aconseje el especialista.
¿Puede darse la osteoporosis en hombres?
Una de cada cinco fracturas de huesos en hombres mayores de 50 años es como consecuencia de la osteoporosis. Y es que la pérdida de masa ósea también se da en los hombres. Y aunque no la experimenta de manera tan pronunciada como las mujeres a partir de los 50, alrededor de los 70 años la pérdida de masa ósea es similar en ambos sexos.
Las causas de la osteoporosis masculina las tenemos que buscar principalmente en la edad (a partir de los 70 se acelera), los antecedentes familiares, las fracturas previas a partir de los 50 años, unos niveles bajos de testosterona, el uso continuado de ciertos medicamentos o padecer ciertas enfermedades como artritis reumatoide, diabetes, enfermedad hepática o renal, entre otras.
¿Qué médico la trata?
El especialista que trata la osteoporosis es el reumatólgo. Será este médico el que nos indique cómo combatirla, qué dieta o alimentación nos puede ayudar a mejorar nuestros huesos, qué ejercicios pueden ayudarnos o qué tratamiento es el más adecuado en nuestro caso.